Existen muchas formas de enseñar y numerosos modelos didácticos. Cuando la enseñanza se impregna de creatividad abre nuevas posibilidades y oportunidades para afrontar problemas –tanto cotidianos como insólitos– que en principio parecen no tener respuesta. La didáctica es en esencia creativa. No puede existir una verdadera pedagogía sin una buena dosis de creatividad, hasta el extremo de que podemos afirmar que puede inducir una intensa experiencia creadora en el alumnado y estimular cualquier tipo de aprendizaje.