Después de los éxitos logrados con la publicación de Madame Bovary (1857) y Salammbó (1862), Gustave Flaubert (1821-1881) retoma un manuscrito redactado en 1843 y, tras cinco años de trabajo, le da forma definitiva. La educación sentimental, relato en buena parte autobiográfico, se inserta en la tradición literaria de la novela de formación, pero rebasa cualquier frontera genérica. Reducida a una crónica amorosa, a la crónica de un gran amor, La educación sentimental, sería una de las mejores novelas del siglo. Lo que la eleva muy por encima de eso es haber logrado servir de c…