Elaborar modelos científicos escolares y evaluarlos basándose en pruebas proporciona buenas oportunidades para entender cómo se construye y valida el conocimiento científico y, en definitiva, para acercarse al conocimiento de la naturaleza de la ciencia. Pero ¿qué modelo de ciencia debe darse en las aulas para garantizar la enseñanza de la naturaleza de la ciencia?