Este capítulo aborda propiamente la enseñanza de la lectura. La autora advierte que esta obra no ofrece un método para enseñar a leer, pero no debe ser interpretado como imposibilidad de ofrecer una serie de propuestas metodologías acordes con una determinada forma de entender lo que implica la lectura, propuestas que convenientemente contextualizadas pueden facilitar a los profesores su tarea de ayudar a los alumnos en su aprendizaje.