Una de las principales dificultades que plantea la definición de los programas curriculares en materia de energía consiste en escoger el mejor modo de abordar las diferencias en cuanto al uso de la palabra «energía» en el discurso cotidiano y en la ciencia. Muchas de las decisiones más importantes adoptadas en el ámbito de la energía, tanto para los individuos como para la sociedad, pueden entenderse adecuadamente desde una perspectiva cotidiana. Esto suscita la cuestión del adecuado el equilibrio en el plan curricular entre las visiones cotidianas y científicas de la energía, y de por qué,…