La responsabilidad, no siempre asimilada por todos, de que la intervención del maestro o profesor no se reduce sólo a los contenidos académicos, es hoy más vigente que nunca. Los padres se dirigen al profesional pidiéndole criterio, incluso sobre la relación cotidiana con sus hijos en el hogar. De la institución escolar se espera la transmisión de hábitos de comportamiento, de relación, nutricionales incluso. Y al mismo marco se le exigen conocimientos en lenguas extranjeras, informática, cultura general, buena formación que posibilite estudios superiores y el éxito económico …