Este artículo presenta y analiza una experiencia de evaluación continua mediante el aprendizaje basado en problemas (ABP) realizada por una profesora que enseña la diversidad étnica a un grupo de grado cuarto de básica primaria. Los resultados muestran que el ABP es una estrategia viable para integrar la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación del conocimiento social, ya que permite a la docente el seguimiento del proceso y a los estudiantes, dar sentido al aprendizaje y vincularlo con la vida cotidiana.