La filosofía no cumple su función vertebradora en la LOMCE, al ser presentada como una especialidad más, elegible según el gusto del alumnado. La filosofía y la historia de la filosofía han de servir para ayudar a los alumnos y alumnas a tomar conciencia del alcance y de los límites del ser humano, referidos al conocimiento, a la acción y a los sentimientos y emociones.