En la familia, los vínculos afectivos se establecen desde el nacimiento y tienen importancia durante toda la vida. Además de sus funciones habituales, durante esta crisis sanitaria la familia ha asumido algunas que no le correspondían. En este artículo se propone que sus funciones centren el debate entre las instituciones y el colectivo familiar para iniciar un proceso de comunicación que favorezca el aprendizaje y aumente las complicidades.