No siempre es fácil para el equipo directivo gestionar su tiempo. Al llegar a la escuela, la dirección se encuentra con una serie de tareas no programadas y que reclaman atención inmediata y, a lo largo del día, se puede acabar con la sensación de no haber aprovechado el tiempo, que aquellas tareas importantes y programadas quedan para otro día y todavía quedan otras por resolver.