Las autoras de este capítulo nos presentan su trabajo con niños y niñas de primer ciclo de primaria, a la hora de estudiar historia. En particular, encaran la Edad Media y verifican que los alumnos y alumnas, incluso de cursos iniciales, como es el caso, se involucran con un alto nivel de participación en temas «lejanos» en el tiempo y en el espacio empleando textos complejos. Es evidente que el papel del docente tiene un peso definitivo en el grado de interés de su alumnado. Se rompe así una vieja premisa según la cual se consideraba que con niños y niñas pequeños había que tratar lo que f…