Las personas adultas pueden aprender música en las escuelas de música, con perfil amateur, y también acceder a los conservatorios y cursar unas enseñanzas regladas. Aun así, el acceso a la formación musical sigue suponiendo un reto y una dificultad para las personas adultas. Este artículo plantea la necesidad de proporcionar una oferta educativa musical y también adaptaciones o especificaciones de acuerdo con el perfil adulto.