He de iniciar este trabajo aclarando que, desde el punto de vista metodológico, me declaro absolutamente ecléctico. Quizás por forma de ser o por la educación recibida, siempre he sentido un cierto rechazo hacia los fundamentalismos (sean del tipo que sean), y en Educación Matemática éstos también se producen. En mi opinión, se produce un fundamentalismo en nuestra parcela cuando alguien cree tener en su poder, en su mente o en la teoría que ha elaborado, la solución a cuantos problemas tenemos los profesores que día a día nos reunimos con nuestros alumnos para desarrollar aque…