La lengua de signos es una lengua oficial utilizada por la comunidad sorda. Una lengua que requiere el uso de la expresión facial y corporal, y del movimiento. Utilizar su aprendizaje como estímulo para la expresión corporal es un camino original y motivador que nos lleva a abordar el concepto de diversidad funcional, y cómo desde una barrera puede crearse una riqueza, una identidad, un empoderamiento.