Desde hace siglos, nuestra civilización parece cumplir con el mandato del Génesis: «Llenad la Tierra y sometedla». Pero ahora sabemos que las consecuencias de ese modelo de crecimiento y extracción sin límites, además de causar un daño enorme a los otros seres con quienes compartimos el planeta, están a punto de dar al traste precisamente con nuestra propia civilización. Hace ya varias décadas que la ciencia nos viene advirtiendo de ese peligro hoy extremado y de la necesidad de un cambio de rumbo. Examinar tres grandes aristas de la crisis ecológico-social (climática, de recursos y de biod…