En formación profesional, todos los conocimientos son en última instancia de orden «práctico», si se admite que la práctica es también una reflexión en la acción y sobre la acción. ¿Para qué serviría un saber al que no pudiéramos referirnos en el momento adecuado? Esta concepción exige la cooperación de los diferentes formadores y la evolución de las estructuras de formación inicial en el sentido de una apertura de los compartimentos de las disciplinas y de un trabajo sobre las competencias, que permita hacer frente a múltiples situaciones complejas. En este capítulo se profundiza en ello.…