De manera consciente, o inconsciente, la relación masculino-femenino que presentan los libros para niños y niñas y jóvenes refleja todavía una triste imagen de las diferencias de género. Los estereotipos dejan su huella en unas criaturas que ven muchos más héroes que heroínas en unos libros que deberían ser un medio y una herramienta de socialización, de formación y de adaptación a las relaciones personales.