Una buena gestión de la disciplina exige una respuesta acorde y apropiada para cada uno de los problemas que la convivencia escolar plantea. Ser conscientes de cuál es el problema y saber qué respuesta concreta establecer para solucionarlo se convierte en una tarea difícil, pero a la vez imprescindible, para afrontar la diversidad de problemas sociales que afectan a la convivencia escolar.