La voz y la entonación comunican directamente la emoción y reflejan el estado de ánimo del hablante. El orador experto domina la modulación de la voz, el ritmo y los silencios, y da una interpretación a su discurso, mientras que el aprendiz de orador suele apoyarse en la recitación casi literal de textos memorizados, sin naturalidad ni correspondencia entre el contenido del discurso y su entonación. De esta manera, en este capítulo se tratan los aspectos principales de la producción física del discurso oral.