Internet no es un medio concebido inicialmente con una función eminentemente educativa. Apenas un 4% de las páginas web son de contenidos educativos (Herández Sánchez; Doncel, 2002); y, de ellas, el 98% no contienen ningún tipo de interactividad para el alumno (¿podríamos concebir un libro de texto que no planteara ningún tipo de actividad por parte de alumno desde una perspectiva constructivista?). Antes al contrario, junto a finalidades comerciales más o menos encubiertas, abundan en la red los discursos inaceptables -desde el punto de estrictamente epistemológico- de multitud d…