Entendemos por buenas prácticas aquellas acciones, programas o iniciativas aplicados siempre en ocasiones o acontecimientos específicos, que se consideran válidas y por ello merecen ser repetidas de forma cotidiana. A lo largo de este capítulo se presentan los criterios de definición de las buenas prácticas y, en especial, de aquellas buenas prácticas propias del ámbito educativo.