Las propuestas curriculares elaboradas por las administraciones educativas, con mayor o menor fortuna, parten de un modelo que asume la complejidad de la enseñanza y que ofrece un marco explicativo y de intervención acorde con ella. Es decir, este modelo es un instrumento con capacidad suficiente para analizar y comprender las situaciones de enseñanza, así como para ofrecer un conjunto de principios que orienten de forma coherente la práctica pedagógica, lejos de soluciones simples y recetas al uso. Ahora bien, ese potencial interpretativo e innovador puede verse comprometido por la a…