“A mí me ha gustado porque no hablaba mucho con mis abuelos y gracias a este trabajo ahora me llevo mucho mejor con ellos y son como mis amigos”. No puedo comenzar este artículo más contento. Acabo de leer las anteriores palabras, escritas espontáneamente por Jesús, un niño de once años, referidas a la actividad de la que os iba a hacer partícipes. Resume, en tan solo dos líneas, el objetivo encubierto pero principal de la misma: fomentar el contacto positivo entre abuelos y nietos, o, de forma más general, entre los mayores de la familia y los, por así decirlo, casi recién lleg…
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