Sobre la escuela recae la responsabilidad de lograr equidad y justicia social, idea que colisiona con un sistema que concede excesivo valor al éxito, al rendimiento y al consumo dejando a la población con discapacidad intelectual (DI) en situación de vulnerabilidad. La escuela es fundamental para facilitar la inclusión sociolaboral del alumnado con DI; sin embargo, la educación secundaria obligatoria (ESO) obliga a recorrer un sistema paralelo que no permite obtener ninguna titulación al finalizar la escolarización. En la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV) la transición del alumnado c…