La necesidad de proporcionar una mínima formación científica desde etapas educativas obligatorias se justifica (Giordan y de Vecchi, 1988; Reid y Hodson, 1987) por el protagonismo de los conocimientos científicos y la incidencia de sus aplicaciones en nuestra vida diaria, a lo que se añade lo que aporta su enseñanza para la formación personal e intelectual del individuo y su integración en un contexto social y cultural determinado.
En las ciencias, y en la actividad de los científicos, destaca el interés por conectar con la realidad y con lo que ayude a interpretarla, a resolver lo…