Profesores, estudiantes e investigadores coinciden en señalar la importancia de las imágenes en el proceso educativo como dispositivos facilitadores del aprendizaje de cualquier disciplina. Sin embargo, para que se dé esta condición y surja el aprendizaje significativo, es necesario que las imágenes sean diseñadas o seleccionadas según unas características que les confieran valor didáctico. Este artículo trata de esto, desde la experiencia docente y desde distintas miradas.