El valor de los modelos en la investigación científica es algo plenamente aceptado. Es sabido que la modelización de las cosas y fenómenos físicos es un proceso inherente a la actividad científica (Bunge, 1985; Giere, 1999), ya que los modelos científicos se formulan como instrumento para resolver determinados problemas, como representación provisional, perfeccionable y simplificada de las cosas o fenómenos investigados (Bunge, 1985), de modo que guardan una relación de analogía con la realidad y permiten establecer relaciones entre los enunciados de la ciencia y el mundo físico…