Las tabletas, el iPad, la tecnología multitáctil están ya aquí y marcan un antes y un después en el uso de la tecnología por parte de las personas. La escuela no puede quedarse al margen de esta revolución tecnológica pero siempre guiada por otra revolución igualmente importante: la transformación del proceso de enseñanza-aprendizaje para adecuarlo a las necesidades del siglo XXI.