La escuela es el espacio donde tiene lugar el aprendizaje de la lectura. Los niños y niñas lo realizan a diferente ritmo; en ello interviene el grado de maduración. La maestra o el maestro conoce y desarrolla diferentes estrategias para acompañar en este progreso. Pero generar un contexto rico favorece el aprendizaje, y desde la familia podemos llevar a cabo acciones y generar situaciones en este sentido.