La Dirección escolar tiene la responsabilidad legítima en la toma de decisiones y, en ese «ejercicio» continuo de elegir y decidir, aposté por una dirección compartida, participativa y distribuida, basada en tres objetivos: potenciar el trabajo en equipo, mejorar los resultados escolares y cambiar la imagen del colegio. Nuestra apuesta, educar personas íntegras capaces de afrontar los retos del siglo XXI.