La didáctica de las ciencias sociales ha prestado atención, hasta ahora, a los aspectos racionales de la instrucción, pero frecuentemente ha olvidado las emociones. En este capítulo se aborda la importancia de estas en la enseñanza y el aprendizaje de los problemas y conocimientos sociales. Al respecto, se aboga por una formación del profesorado tendente a que los docentes adquieran competencias profesionales que les permitan plantear en las aulas una estrategia educativa relativa a temas conflictivos en donde la implicación emocional motive al alumnado a interesarse por aprender y explicar…