Aunque le quitemos fuego llamándole dramatización.
Aunque sea más corto y más sencillo que otros.
Aunque se parezca más a un juego que a ninguna otra cosa.
Aunque se represente en la escuela y los actores tengan cuatro o cinco años.
Aunque esté desprovisto del boato que acostumbra rodear el teatro de los grandes escenarios.
puro
Mirar y ser mirados
Es un teatro hecho a medida, cargado de protagonismo, de repetición, de fantasía, de placer, de sucesos que dan risa, que dan miedo…, que emocionan. Un teatro que nos permitirá ser el más guapo, el más fuerte, el más valiente, o bien el m…