Las monarquías imperiales siempre han buscado identificarse a través del arte, y más concretamente de la arquitectura, para realzar el concepto de poder asociado a una persona, una dinastía o un territorio, y como modo de perpetuar su existencia en el curso de los siglos venideros. La lectura y el entendimiento de estos espacios ofrecen, en sí mismos, una ocasión didáctica no sólo para la comprensión de puntos clave de su propia historia, sino también de la de aquellas personalidades que influyeron de primera mano en el decurso histórico europeo. El presente artículo ahondará en la imagen d…