Para dar clase a «los que no quieren» es necesario entender a qué nos referimos cuando hablamos de este tipo de alumnado. Además, es importante hacer hincapié en la actitud ya sea del profesorado como del propio alumnado. Esta premisa nos ayudará a establecer un punto de partida para el aprendizaje, teniendo en cuenta la diversidad de capacidades y conocimientos que se pueden presentar.