Las figuras del tutor y la tutora pueden llegar a tener un papel muy importante y ser muy útiles en las vidas de los adolescentes. Para aprender necesitan a adultos de los que fiarse, para aclararse y para construirse, pero hay que saber hacerlo correctamente: se trata de trabajar para conseguir ser una persona adulta próxima y positiva. En este capítulo se habla de ello, abordando el tema de las tutorías y las características de un «buen profesor» para los adolescentes.