En este artículo de opinión, el autor pretende desenmascarar y denunciar una nueva manera de entrar en la escuela y en el mercado educativo por parte de un colectivo que ha olvidado las formas y el fondo. Discrepa, y mucho, de la veneración que rinden los docentes a estos nuevos mesías educativos establecidos en las redes sociales, líderes de la nube en seguidores y ‘likes’.