A los matemáticos (y otros) les gusta decir que lo más maravilloso de las matemáticas es el hecho de que no guardan relación alguna con la realidad. Se considera que las matemáticas están más allá y por encima de las restricciones y limitaciones reales, que son el arte más formal y perfecto del pensamiento y el juego puros. Por ello, a la mayor parte de los legos les parece mágico y sorprendente que los mecanismos matemáticos puedan emplearse en problemas reales. Este mensaje contradictorio todavía se transmite a nuestros alumnos en la clase de matemáticas, donde tienen que aplicar reglas m…