Identificar las modalidades y los contextos de práctica física más demandados por los estudiantes de bachillerato resulta de gran utilidad al profesorado de educación física, que ha de contemplar los intereses de sus alumnos y alumnas con el fin de favorecer la adquisición y consolidación de hábitos de actividad física regular. Este estudio sugiere la necesidad de crear oportunidades de práctica diferenciadas en función del sexo del alumnado.