La capacidad plástica o neuroplasticidad del sistema nervioso es la base del aprendizaje y de la adaptación en función de la experiencia y de los estímulos del entorno. La música y el movimiento favorecen el incremento de conexiones neuronales entre diferentes áreas cerebrales, lo que afecta tanto a funciones fisiológicas como cognitivas. Si ambas actividades se realizan simultáneamente, se potencian aún más los beneficios cognitivos.