Hay libros que envejecen con gran rapidez. Otros, en cambio, conservan su fuerza, su magia multicolor. Son los «libros fetiche», aquellos que consideramos una recomendación segura. Y nos equivocamos, porque los chicos y las chicas son personas diferentes unas de otras, con gustos e intereses diversos. Por eso no existe un canon de lecturas infalible, único.