Cuando los equipos docentes se plantean planificar contenidos de lengua oral, es frecuente la sensación de hallarse en un terreno largamente visto y practicado, pero de límites sin explorar y sin el mapa preciso para recorrerlo. Apenas se perciben unas regiones y unas pistas claras del camino andado en la escolaridad primaria y de la distancia hacia la meta en Secundaria.
Esta situación contrasta con la que se da en otros terrenos del área de Lengua que, siendo prácticamente ajenos a la experiencia de los estudiantes, son frecuentes en las aulas y en la programación. Por lo general, la…