El patrimonio cultural necesita ser reconocido colectivamente para asegurar su conservación. Así, la educación patrimonial no se limita a una simple actividad escolar, sino que adquiere una dimensión social donde toda la comunidad debe implicarse. Este capítulo demuestra la efectividad del legado cultural en la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias sociales. Para ello, se recogen dos acciones educativas que tienen como objetivo principal la cohesión entre la ciudadanía y el patrimonio cultural, y, por tanto, la formación de personas comprometidas y capaces de intervenir en aras de su p…