En este capítulo se hacen diferentes recomendaciones sobre los encuentros cara a cara como vehículo de educación moral. Para ello, se desarrollan algunas nociones que apuntan a la pedagogía del encuentro y se presentan, en ocho apartados, ideas para optimizar la tarea educativa que constituyen elementos para establecer una política de relaciones en un contexto de enseñanza y aprendizaje.