La mayor parte de las metodologías educativas modernas apuntan a la necesidad de que el alumnado aprenda a construir su propio aprendizaje. Los maestros debemos ser capaces de motivar a los niños y niñas para conseguir este objetivo. Saber hacer buenas preguntas que motiven e inciten a investigar y descubrir ha de ser un elemento imprescindible de nuestra acción educativa. A continuación, abordaremos este hecho desde una experiencia práctica.