Uno de los consejos que siempre doy a mis alumnos de Magisterio es que con los niños canten mucho y siempre que sea posible, canten a todo. Declamar, ritmar, salmodiar, cantar sílabas y fonemas, palabras y frases, es una herramienta fantástica para familiarizarles con el canto, con la improvisación, con la creación. Los niños nos imitarán e irán construyendo sus primeros poemas, melodías y ritmos. Cantar a todo es, además, cantar expresiones, invitaciones, sugerencias, peticiones, como por ejemplo: “-Callad, por favor!” “-Vamos al recreo!” “Vamos a guardar los instrumentos”…
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