Este artículo describe un concierto didáctico cuyo objetivo es dar a conocer al público el universo del intérprete. El público asiste a un concierto de una joven orquesta sinfónica que toca sin director, mostrando las acciones que convierten el pensamiento musical en sonido. Escuchar supone oír, conectar con una sonoridad, implicarse en la acción, crear de nuevo la obra o incluso, a nuestra manera, comprenderla.