Este capítulo pretende justificar el sentido que hoy tiene la educación formal en un momento histórico que nos obliga a repensarla e inspirarnos en nuevas maneras de tejer la escuela en un mundo complejo que la necesita más que nunca. Para hacerlo, se plantea el aprendizaje con sentido y valor personal como proyecto de construcción identitaria a lo largo y ancho de la vida. En este sentido, la escuela debe concebirse como un espacio de interconexión entre los diferentes contextos, agentes y oportunidades educativas, así como las diferentes experiencias de aprendizaje del alumnado, mediante …