Para los niños y niñas, los sonidos y la música constituyen un elemento clave no solo para descubrir y tomar contacto con el mundo que les rodea, sino también para desarrollar su percepción auditiva, comunicarse y socializarse, usar su imaginación y madurar su creatividad, así como para expresar lo que no pueden decir con palabras. Además, por si fuera poco, la música es una fuente inagotable de disfrute, entretenimiento y placer. En este capítulo se describe el desarrollo musical desde antes del nacimiento hasta los seis años, exponiéndose las razones que justifican la necesidad de potenci…