A lo largo de la historia, el desarrollo tecnológico ha sido uno de los principales motores del cambio y la configuración de la sociedad, y ésta, a su vez, ha estimulado el desarrollo tecnológico en unas direcciones u otras según los criterios, necesidades e intereses dominantes en cada época y colectivo social. De ahí que pueda decirse que la tecnología es parte integrante de la actividad humana (Van Eijck y Claxton, 2009) y que para poder comprender esta sociedad, profundamente tecnificada, como para participar en ella de forma activa y crítica, la ciudadanía necesita adquirir u…
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