A través de trabajos como los realizados por Fraiberg (1977), Barraga (1979) o Rosa y Ochaíta (1993), conocemos las dificultades que tendrán los niños y las niñas con problemas visuales para desarrollar las áreas mencionadas anteriormente si no reciben una adecuada educación llena de experiencias multisensoriales. Gracias al aprendizaje musical significativo podremos ofrecer a estos niños la oportunidad de vivir ciertas experiencias que les pueden ayudar en su desarrollo cognitivo-perceptivo, perceptivo-motriz y afectivo-expresivo, mejorando así su calidad de vida.